domingo, 27 de noviembre de 2011

¿Cabeza de ratón o cola de león?



¿Cabeza de ratón o cola de león?


Si tuvieras que escoger: ¿prefieres ser el mejor de los peores o el peor de los mejores? ¿Goleador de equipo de media tabla o banca eterna del Real Madrid? ¿Alcalde de ciudad pequeña o concejal de metrópoli? ¿Protagonista de telenovela o extra en Hollywood? ¿Renault Clio Cero Kilómetros o BMW de tercera mano? ¿Tuerto en tierra de ciegos o bufón en país de gigantes? ¿Cabeza de ratón o cola de león?

Está claro: todos los humanos buscan ser cabeza de león. El lío es que no se ponen de acuerdo sobre el mejor camino para llegar a la cima. El Cabeza de Ratón, pese a su vulnerabilidad para morir a escobazos, considera que el tamaño no importa. El Cola de León, pese a que se aguanta de cerca los desechos del Rey de la Selva*, es fiel creyente del adagio 'los últimos serán los primeros'. Entonces, ¿quién sería, realmente, el más fuerte aspirante para arrebatarle el trono a Mufasa?

¿Bill Gates se sentiría amenazado por un ejecutivo en su nómina o por el presidente de PirataSoft? ¿Una supermodelo se sentiría amenazada por su maquilladora de confianza o por una estrella naciente de las pasarelas? ¿Don Quijote se sentiría amenazado por Sancho Panza o por los molinos de viento? ¿Una hamburguesa se sentiría amenazada por las papas fritas o por un perro caliente? ¿Un espermatozoide se sentiría amenazado por su propia cola o por otros pequeños espermatozoides?

¿Cabeza de ratón o cola de león?




















Empecemos conociendo al Cola de León: Teme a lo desconocido. Le causa pánico la incertidumbre. Nunca entra a un restaurante vacío. Una crítica negativa basta para destruirle sus ganas de ver una película. No sabe en qué momento reírse en una comedia sin risas pregrabadas. En el colegio miraba al suelo cuando el profesor hacía una pregunta. Asegura que es mejor salario en mano, que acciones volando. Está de acuerdo con lo que piense su jefe y sueña que este algún día recuerde su nombre.

Pero en la oficina se siente poderoso, porque al hacer parte de un símbolo poderoso recibe migajas poderosas. Es el asistente de Brad Pitt que nunca conquistaría a Angelina Jolie, pero sí a las millones de fanáticas que deseen estar cerca de Brad Pitt. Es la cola y muy en el fondo sabe que no es más que un apéndice, pero considera que enfrente de los bigotes del ratón no ve futuro alguno, en cambio delante de la cola del león ve un gran porvenir.

En la balanza opuesta, tenemos al Cabeza de Ratón: Rebelde. Contracorriente. Añora la sazón del restaurante de la esquina, antes que se convirtiera en una cadena. Ama el cine de Azerbaiyán, sin subtítulos. Solo perdona risas pregrabadas en Monty Python. Le gusta Metallica, antes de volverse tan comercial. Cura su ansiedad con gotitas de valeriana. Sueña con vivir una Belle Époque parisina, lejos de la Tour Eiffel pero cerca del Musée du Louvre Musée d'Orsay

En su oficina se siente poderoso, aunque gobierne un reino pequeño, porque allí es un dios. Es el accionista mayoritario de una empresa endeudada. Es la cabeza, pequeña pero cabeza, que traza el camino a tomar por su esposa/vicepresidente/asistente/recepcionista/archivista/webmaster, su mamá/secretaria/asesora comercial/contadora/almacenista y su hermano/mensajero.

La independencia del Cabeza de Ratón es valiosa, pero la inseguridad de no saber si habrá queso constante todos los meses, espanta al Cola de León de ese camino. El codeo del Cola de León con los más influyentes es seductor, pero pertenecer a algo grande a costa de ser desechable, ahuyenta al Cabeza de Ratón de ese sendero. 

Al final, si alguien reemplaza a Mufasa, ese sería Simba. Y no por haber realizado el trayecto Cola de León-Garra-Costilla-Melena-Cabeza, sino por el simple hecho de ser el único heredero. Para ese momento, Cola de León habrá sido ascendido a Glúteo de León. Mientras Cabeza de Ratón recibirá una oferta para fusionar su empresa y aceptar ser Lomo de León o de lo contrario sería pisoteado por el Rey de la Selva*, sagaz felino que hace muchos años, cuando nadie creía en sus ideas, también fue un Cabeza de Ratón fundando su reino en el garaje de los papás.

Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.


Lucano Divina
Comandante en Jefe de Amigos de lo Salvaje-EA
Selvas de Sur América, noviembre 24 de 2011

*No sobra aclarar que el título de máxima realeza que la humanidad le ha dado al león, está mal otorgado. Mi compadre solo podría considerársele como el Rey de la Sabana, lugar donde habita en tierras africanas, porque el dueño de la selva siempre ha sido un hermoso felino con pelambre naranja y rayas negras.

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